Encantado por las bandas de HF. Como fue...
Cuando por el año 1994 por primera vez vi un equipo de HF, por su supuesto, un equipo de guerra ruso. La impresión fue infinita. Escuchar a otras personas hablando o transmitiendo en código morse. Ese audio que salía por la bocina del radio, daba la sensación de cercanía con la persona que origina la transmisión, fue algo que me motivó muchísimo a meterme en este mundo.
Ahora mismo, me pregunto cómo teniendo en casa una radio comercial,
la sensación no era la misma que con un receptor de HF. Al final ambas, de algún
modo hacen lo mismo.
Cuando inicie en la radio, en cuba, esto de poder tener un equipo de
radio, era algo muy pero muy difícil de lograr. Y quizá sea esta la causa por
la cual en Cuba, muchos radioaficionados construían sus equipos de HF.
En aquellos tiempos, El "Islander”, "Los 500 Kc”, eran de los principales equipos construidos por los operadores, otros equipos comerciales, marinos o militares eran llevados a las bandas de radioaficionados. Los que recuerdo, o me vienen a la mente son: "Los Polosa”, "Furuno", "Spilspburi", "JRC", "Los Anritsu", "Los Angará (АНГАРА)”, . "LEN".
Cualquier equipo de HF de banda marina, que trabajara con frecuencia
fija o en am (Amplitud modulada), se les hacían las correspondientes modificaciones para que
operaran en banda de radioaficionados. En esa época en cuba, muchos construimos
VFOs y nos vanagloriamos de a quién le quedaban más estables y presumir de las
mejores técnicas para que no se corrieran de frecuencia.
Cuando llegabas a casa de cualquier radioaficionado, te encontrabas con
algunos de estos radios, con modificaciones varias, operando en HF. Un tremendo
orgullo ver como con esfuerzos propios la gente salía en HF.
Algunos como el amigo CO3LY, Luis, de Tapaste. Quien en mi tiempo lo
conocían como "El rey de los Polosas". No había equipo de ese modelo
que "Luisito" como cariñosamente le llamábamos, no lograra hacer
funcionar. Por Güira de Melena andaba CO3LE, Eduardo, quien hacía magia con los
Anritsu y otros muchos más que constituían el soporte de los radioaficionados
cubanos (CO2IZ, Jesus, CO2VQ, Victor, CO2FF, Adolfo (qepd)) amantes del
HF. Sus casas muchas veces se convertían en grandes bodegas con infinidad
de equipos, tras los cuales, había un esperanzado operador en poder hacer QSO
con equipos pensados en operar en otras bandas y modos.
Para estos colegas reparadores, ingeniosos, cacharreros (como decíamos
en cuba), MUCHAS GRACIAS A TODOS!!!
Donde se obtenían los equipos?................
Las fuentes y modos eran variadas. la gran mayoría de las veces, un
conocido que trabajaba en el comunicaciones, tenía en su trabajo un almacén
lleno de trastes destinados a ser lanzados a la basura, buques que ya no
se encontraban operativos, equipos militares que se echaban a perder guardados.
Las renovaciones tecnológicas también daban una tremenda ayuda pues salían
de servicio muchos equipos que si bien eran antiguos, aún estaban operativos.
El lograr que funcionaran en bandas de radioaficionados ya constituía el trabajo menor.
Los conocidos y relaciones que se tuviesen jugaban un roll fundamental
para acercarte a uno de estos dinosaurios de las comunicaciones.
Claramente estos amigos, conociendo, que el destino de estos radios era morir
en un almacén o bodega, para luego ser mandados a enterrar (literalmente) (muy similar como se
hace con los humanos), al percibir tu pasión y tu necesidad, accedían a
entregarte lo que estuviese a su alcance y que claramente no los metiera en
problemas.
Este era solo, uno de los comienzos.....
Pd... En cuba no hay tiendas de Kenwood, Yaesu, Icom, y con
tantas necesidades, jamás nadie ha tenido en su poder más de 600 dólares para
utilizarlos en el hobby.
Aun así, si existiesen estas tiendas, y teniendo ese dinero "Lo
Malgastas" en un radio, mientras tu casa se cae a pedazos... Es un hecho
que mueres en manos de tu esposa (si después de eso, aun la tienes)
El proceso de transformación.....
Que satisfacción el superar esta etapa de conseguir un radio o un pedazo
de él!. Como les describía, no había ninguna garantía de que aquello fuese a
funcionar, y si funcionase, estaba orientado a servicios completamente
diferentes a los de radioaficionados. En un 80 % me atrevo a decir, que eran
aparatos no operativos, o con operación parcial de algunos elementos.
Jamás olvidaré la tremenda alegría de llegar a mi casa con dos cajas
grandotas que conformaban un "Polosa" nuevo, pero que jamás pude
conseguir las "mangueras" o mejor dicho, cables que conectaban a una
caja con la otra. Esas cajas grandotas estuvieron en mi casa largo tiempo,
alimentando una esperanza que no pude materializar. Terminé regalándolo a otro
colega.
Si tenías conocimientos en electrónica, algunos amigos con instrumentos
necesarios para hacer la magia y sobre todo, otros amigos, con acceso a planos,
información, experiencia. Podías emprender en el largo camino de revivir tu
pedazo de radio y luego llevarlo al menos a la banda de los 40 metros.
Si no conocías de electrónica, no quedaba otra que salir en busca de un
radioaficionado se apasionara por estos temas de reparación (Un cacharrero) y
ponerte en su interminable lista de los esperanzados por tener un HF sobre la
base de "un pedazo de radio" que casi siempre salía de
un almacén o bodega donde ya se habían destinado a morir.
Estos cacharreros, eran simples mortales como nosotros. Vivían al igual
que todos, en casas pequeñas, antiguas, con miles de necesidades, familias
numerosas, muchas veces sin espacios exclusivos para reparar. También
responsables de llevar el pan y la ropa a sus hogares. Sus herramientas, no
siempre eran los mejores, tampoco sus métodos.
Pero imaginen, con tantos problemas, que el hombre elegido por
nosotros para hacer la magia, aceptara a que llevarás el objeto de tu esperanza
radial (casi siempre equipos grandes, formados por varias cajas (transmisor,
receptor, fuente de alimentación)) y ocupara más lugar en sus limitados espacios,
sin entregarte una garantía de cuando intentaría trabajar en tu "dinosaurio", sin dudas era un tremendo
logro. En muchas ocasiones camino traga tiempo y sin salida.
Si finalmente, tenías suerte, y tu pedazo de radio se convertía en algo
útil que entregase 30 o 70 watts en algunas bandas de HF (gracias a nuestro
amigo cacharrero), genial!!!!, pero luego venia la otra parte más compleja:
"LEGALIZAR EL EQUIPO".
Legalizando el resucitado (equipo de radio).........
Podría ser esto bien atípico para el resto del mundo , pero
en Cuba funcionaba así. No he preguntado, pero soy un convencido que sigue
funcionando así.
Todo radioaficionado, si lo quería ser, tenía que pasar por este cabrón
proceso de legalización de tus radios.
Básicamente, un radioaficionado qué pasos tenía que seguir para obtener
una licencia?. Los siguientes:
1. Presentarse y aprobar
los exámenes de radioaficionado (en mis tiempos un examen bastante completo,
que incluía también varias etapas prácticas y de operación).
2. Solicitud de
indicativos condicionados a la posesión de un equipo de radio que pudieses
justificar su procedencia.
3. Someterte a una
inspección por parte de la oficina de frecuencia de control de espectro
radioeléctrico (entidad de gobierno) donde validaban tu estación, potencia,
posibles interferencias, que elementos conformaban la estación y su
procedencia. (Se rumoreaba que en esa visita, "le sacaban las huellas
espectrales a tu radio". De ese modo siempre saber que transmisiones con o
sin identificación, provenían de tu radio).
4. Esperar pacientemente
a que te entregaran las letras del indicativo (si habías cumplido los puntos
anteriores)
Que era la "legalización”?. Básicamente contar con un documento,
con firma de una jefatura autorizada y cuños correspondientes que avalaban como
había llegado a tus manos ese pedazo de artefacto de radio.
Las personas que cordialmente te entregaban estos equipos destinados a
morir, muchos de ellos no tenían cómo entregarte un documento con cumpliese con
estos requisitos. Si bien todos en esa empresa sabían que el destino final de
estos trastes era morir ahí, o ser enterrados, lanzados al mar o por último las
empresas más conscientes , entregados a la federación de radioaficionados (en
el menor de los casos). Pocos se atrevían a cederte ese equipo de radio.
Imagínense el menudo problema!!!!... Ya habías pasado una infinidad de
problemas para conseguir algo que funcionara, como lograrías legalizarlo?.
Conocí de muchos que no pudieron continuar avanzando por esto.
Lamentablemente, algunos terminaron inventando documentos falsificados
para poder superar esta etapa.
Increíble, pero cierto.
Equipos vendidos por la Federación de radioaficionados de Cuba.......
El radioaficionado cubano sufrió por muchos años, quizá aún lo sigue
sufriendo. Ver cómo las empresas estatales, reemplazaban sus equipos antiguos o
muy antiguos (pero joyas para un radioaficionado cubano que no tiene forma ni
modo de obtener un equipo de radio) y estos eran desechados o destinados a
morir en un almacén o bodega (Pieza de cachureos, cuarto de las papas).
Después de muchos reclamos, y disconformidad con este proceder, salió
una ley que permitía a las empresas entregar estos equipos a la federación de
radioaficionados (FRC), y esta, podía luego venderlos a precios muy módicos a
sus miembros.
Una solución muy buena en aquel momento para algunos. Ese pedazo de
radio que te vendía la FRC, se entregaba con un documento de procedencia
(legalización), ya era posible intentar echarlo andar, y luego finalizar el
proceso de solicitud de indicativos.
Hasta aquí, genialmente genial!!.... Pero qué pasaba con
esto?, beneficiaba a todos los radioaficionados? Todos los equipos a desechar
por las empresas llegaban a la FRC... Ahí voy:
Para que una empresa pudiese entregar estos equipos que daban de baja
"técnica" o reemplazo tecnológico a la FRC, el papeleo era largo,
tendido, complejo y de mil trámites. Existía tanta burocracia en el tema, que
pocas o muy pocas empresas optaban por ese camino. Los equipos seguían teniendo
el mismo fin. Y muy pocas veces la FRC anunciaba o tenía equipos en
venta.
Cuando la FRC tenía equipos en venta (podrían ser equipos no
operativos, pedazos de equipos, equipos operativos pero muy maltratados por los
años y por normal y habitual para nosotros, equipos muy pero muy antiguos, casi
siempre, en bandas no de radioaficionados), no son capaces de
imaginar las tremendas filas o lo afortunado que eras por conocer con
antelación que habían equipos y cuando se venderían.
Por otro lado, la FRC solo vendía estos pedazos de equipos a los
radioaficionados que ya tuvieran indicativos. Qué significaba esto? Que los que
tenían indicativo, ya habían conseguido legalizar su situación, no tenían el
problema de todos los que nos iniciábamos en el hobby.
Increíblemente, los que más necesitaban de estos radios, no podían
acceder a ellos.
Podías tener aprobado tu examen, pero sin equipo legal, no tenías letras
asignadas, por ende, no podías salir a radio. Como radioaficionado, no
existías.
Cómo obtener indicativo, si la FRC, no me consideraba para la venta de
los radios?
Desde el año 1994, hasta el 2007, año en que salí de cuba. Esto seguía
funcionando así.
Alternativas turbias.......
Con tantos inconvenientes para los radioaficionados y la posibilidad de
contar con una licencia y operar, obviamente, muchos llevaron a otros niveles
su creatividad con la única finalidad de obtener una licencia de
radioaficionados.
La radio afición, como todas las cosas en cuba, también sufría por las
carencias. El mercado negro imperaba, las ilegalidades también. La
persona que trabajaba en un taller de reparación del estado, se robaba los
radios, que terminaban siendo vendidos a precios muy por debajo del valor real
del mercado. Un radioaficionado compraba en vhf portátil usado, pero operativo
por un precio entre los 20 a 35 dólares (ft-23r, vertex-2009, kenwood tk-260, 270g), los
equipos de escritorio para VHF, Alinco Dr-130, tk-760, Vertex FTL 2001, 2011. cosas de ese estilo, se
adquirían entre los 35 a 60 dólares (algunos nuevos en sus cajas). Si
bien estos equipos no los podías incorporar en tu licencia, la gente los
utilizaba, siempre corriendo el riesgo de que si un inspector que de repente
auditaban, encontraba unos de esos equipos en tu poder, podías perder la licencia,
como problema menor.
Para los equipos de HF, al igual que los de VHF, también se vendían
ilegalmente, FT-80 principalmente, y algún otro kenwood, se podían adquirir por
precios sobre los 100 a 120 dólares.
Pd.. No olviden que 25 dólares en Cuba (en mis tiempos) representa el salario de la gran mayoría de las personas.
Estos equipos no se podían legalizar, no había modo. No faltó quien hizo
piezas uno de estos radios antiguos, los controles del panel los colocaron
dentro de un cajón de metal cualquiera, las placas del radio desmantelado
dentro y los hicieron pasar por un equipo de construcción nacional.
Si algún radioaficionado que tuviese equipos inscritos, se animaba a
venderlo. Ya los precios eran mucho más altos. Se trataba de un equipo Legal...
Eso valía mucho más plata.
Si tenías un equipo, ts-120 en tu licencia, y el equipo no servía,
estaba irreparable, lo podrías vender por el precio de uno operativo, pues el
simple hecho que fuese legal, subía enormemente su valor. El comprador de este equipo roto, luego se encarga de comprar un ts-120 "no legalizado" y hacer los cambios correspondientes.
Finalmente, muchos tenían un equipo del año 60 inscrito en la licencia,
o un pedazo de radio marino adaptado a las bandas de radioaficionados, pero sus
señales no provenían de estos radios, sino que de algunos de los modelos
mencionados. Equipos robados por alguien en una empresa estatal y luego
vendidos a radioaficionados carentes y necesitados.
Triste ver como prácticas de ese estilo, inaceptables, reprobables
fueron y han pasado como "normales" producto a las innumerables
problemáticas que se tiene que enfrentar un cubano.
Un amigo o familiar me envío un equipo de radio.............
Con más de 3 millones de cubanos viviendo fuera de cuba, algún que otro
radioaficionado cubano tiene un familiar o amigo que conociendo la realidad de
la radio afición cubana ha querido enviarle un equipo. En muchas ocasiones
equipos no de los más modernos o nuevos, pero que en cuba son novedad, y muy
bien valorados.
Afortunado el radioaficionado que se encontrase en esta situación.
Imagínense por todo lo descrito, no tener que pasar por todo lo que les cuento
y finalmente poder acceder a un radio gracias a esta alternativa?
Pero, no, no es tan sencillo.
En mis tiempos en cuba, si alguien te enviaba un radio, esto no era
permitido por el estado y por ende acatado por la FRC. El equipo era retenido
en la aduana cubana, y lo que terminase pasando con él podría ser
inimaginable. Más de alguno terminó siendo entregado a la FRC para que
esta dispusiera de él ya sea para venta, o terminaba en manos de alguna otra
persona.
Tengo la fe que hoy día, al menos esto haya cambiado.
Anécdota personal...............