domingo, 8 de diciembre de 2019

EL CÓDIGO MORSE y YO. Una historia de puntos y rayas

EL CÓDIGO MORSE y YO. Una historia de puntos y rayas
 (En agradecimientos  a mi profesor )

Y así empieza la historia…..
La verdad nunca he pensado que lo que me motivo a seguir esta práctica, todos o casi todos los que aprendieron conmigo, probablemente ni recuerdan como suena la telegrafía, o código morse.  Jamás me voy a olvidar ese dichoso examen de audición que rendí  donde tuve el privilegio de obtener la más baja calificación. Ya después de muchos años, entiendo que el cabrón examen no tiene ningún sentido o relevancia, al menos para mí.
Que era el “EXAMEN DE AUDICION” (hasta el nombre, ahora que lo pienso, tampoco me gusta)?
Antes de comenzar con el aprendizaje,  después de una breve explicación del profesor respecto a que era un sonido corto y que era un sonido largo, evaluaban tu capacidad de poder identificar un sonido corto de uno largo. Mi evaluación arrojo como resultado una puntuación de un 3 %. Si señores, era más sordo que un cangrejo sin patas. El hijo de Juana según este examen, no tenía dedos para el piano , no era capaz de identificar un “dit” de un “dah”.
En contra de lo común (“Contra el tráfico”)
Es común del ser humano  que evitamos exponernos a cosas que no nos gustan o que nos cuestan demasiado esfuerzo. Cuando se nos presentan fuerte desafíos y algo que no se nos da tan fácil o a la primera, terminamos alejándonos de aquello que nos incomoda, poniendo una excusa para decir que no nos interesa o no nos gusta y “Finita la comedia”.
No me preguntes cual fue la razón por la cual este no fue mi caso. Quizá el gatillante o la motivación de meterme más en el tema fue ese “IMPRESENTABLE” resultado. Mira que ha llovido desde aquel  entonces!!... bueno, aun no me olvido de esa evaluación.
La gran mayoría de los estudiantes pudo superar sin inconvenientes este test, menos yo. No sé si fue frustración o que cosa. El resultado final fue que le fui con todo a esa cosa que resultaba imbatible.
 La real motivación…
Nuestro  profesor, aún recuerdo su nombre, el  señor  San Emeterio. Era de estos tipos que derrochaba una pasión impresionante cuando del tema se hablaba.
Si mal no recuerdo, nos contaba del muchísimo tiempo que trabajo en la marina. En aquellos tiempos en que los buques no tenían otro método de comunicación que la radio.  Sus ojos brillaban cuando contaba sus anécdotas. A diario tenía una gran cantidad de radiogramas de la tripulación que debía transmitir hacia tierra. Se encerraba en su cuarto de radio y venga código  morse!!. Mientras más rápido lograra  bajar la lista de mensajes por transmitir había más tiempo para descanso y ocio.  Ser ágil, veloz y además marinero era más que necesario para poder llevar a cabo su responsabilidad. 
Yo creo que Emeterio hubiese sido un gran comunicador en estos tiempos donde todo se conoce gracias a las redes sociales.  Al menos para mí fue muy motivante.
Mientras escuchaba al profesor, era imposible no comenzar visualizar la historia a tu manera, como cuando lees un libro.
Sí que sirvieron sus anécdotas, para mi fueron charlas motivacionales que hicieron que mi interés por aprender morse  crecerían desmedidamente.
No me importa y menos me preocupa si quizá mi profesor fue un poco o demasiado fanfarrón. A mí me sirvió un mundo, el objetivo se cumplió.
Progresando en el aprendizaje….
Después de unas cuantas semanas sentado con un manipulador y audífonos escuchando el “código morse” generado por mi (si así lo podíamos llamar en ese entonces) o recibiendo el audio de otro compañero o del  profe, ya era posible  comunicarse usando morse.  En ese entonces a unos 10 WPM, entre nosotros competíamos a ver quién era capaz de recibir mejor y sin faltas.
El profe siempre fue bien enfático con el tema “transmisión elegante”. Debíamos ser capaces de transmitir rápido, pero siempre y sobre todas las cosas respetando los espacios y la transmisión correcta de los signos.
La transmisión bonita, como la llamaba San Emeterio, debía sonar como música, melodía, porque estuviese bien acentuada. Esta seria nuestra manera de presentarnos al éter y por ende debía ser motivo permanente de preocupación. “No se apuren si van a terminar “asesinando al código morse”
Cuando ya nos creíamos el mismísimo “Samuel Morse” (aunque este solo lo invento, no fue un gran practicante y hábilmente reconocido en su operación) San Emeterio nos ponía a recibir alguna de sus transmisiones donde todos terminábamos “Escupiendo los dientes”
Que era escupir los dientes??
Cuando estas aprendiendo morse, usas mucho papel y lápiz para escribir lo que recibes, ya sea para que el profesor luego controle tu recepción, que no siempre era en texto claro, sino que la gran mayoría de las veces lo hacía en textos mixtos lo que impedía al estudiante a “completar” las palabras por deducción.
EL profe nos enseñaba que si no éramos capaces de recibir o identificar un signo, que no debíamos quedarnos pensando en él, pues la transmisión continuaría y terminaríamos perdiendo toda la transmisión, por ende la “no recepción del mensaje posterior al signo perdido”.  La forma de hacerlo era colocar un “punto” reemplazando el carácter “no recibido” (un ejemplo: ADR3.   CFVG.A   34jkL   X2.AA)
Cuando la velocidad era superior a lo que éramos capaces de recibir,  nuestra  hoja quedaba con escasas letras y muchos “puntos”.  Notándose muchísimo la cantidad de caracteres que no habíamos podido recibir, del mismo modo  que es súper notorio cuando en una hilera de dientes, nos  falta uno.
Esto era cosa de estudiantes, lo inventamos nosotros, jamás el profesor se burló o nos dijo la frase “Escupiste los dientes”.
Cuando entre nosotros competíamos, si era bien recurrente la burla “te saque los dientes”  al ver que el colega que intento recibir no podía recibir a nuestro ritmo.
AL final otra forma motivación para seguir creciendo y aprendiendo morse.

“LA SALA DE CLASES VS EL ETER”… La 2da parte del curso.
Finalmente aprendí código morse ¡!!.. Posiblemente termine el curso logrando recibir a unas  13 WPM en recepción y en transmisión un poco menos (siempre eres capaz de transmitir más rápido de lo que puedes recibir). (Palabra de San Emeterio: “Nunca transmitas a tu corresponsal a velocidad que no seas capaz de recibir”…… (Texto añadido por nosotros a la frase):”de vuelta te podría sacar los dientes”)
Genial, exquisito, ya me podía comunicar en código morse con cualquiera….. Eso sí.. Dentro de una sala de clases. Aprender código morse es solo el comienzo, comunicarse por radio usando código morse es otro cuento.
Cuando te paras frente a un radio y empiezas a escuchar una transmisión cw, te das cuenta que sí, que aprendiste código morse, pero no tienes la más puta idea de cómo establecer un comunicado con otro corresponsal.  Y esto nos pasara con cualquier servicio de comunicaciones que funcione en morse (si existe alguno en la actualidad que aún lo utilice). Todos tienen formas diferentes de operar y de comunicarse.  Inclusive entre los radioaficionados, operan de formas diferentes.  Ejemplo claro son los LU, mientras que el mundo entero al inicio de un QSO usan “GM”,“GA”,” GN” o “GE”, ellos prefieren respetar su lengua materna y cuando comunican entre hispanos usan “BD” “BT” “BN” (admirable y respetable).
Este no es el único aspecto el cual nos complejizara el panorama. Una cosa  es un QSO normal, otra es un concurso. Y para ponerle más pelos a la sopa, QRN, QRM, Pile Up, QSB, malas condiciones de propagación.
En la sala de clases siempre escuchas 599, en el éter se ponen de manifiesto algunos, inclusive varios de ellos al mismo tiempo.
En ocasiones, te encontraras con operadores que al calificarlos por su manipulación morse coincidirás conmigo en que en sus comienzos necesitaron un profe “San Emeterio”. Quizá su señal este reventando los parlantes de tu estación pero resulta imposible poder entender el código producto a la mala manipulación (todos los signos pegados unos con otros).  Cuidado con eso!!.. No nos formemos una impresión a la primera.  Si bien es irrefutable la mala manipulación, no necesariamente es por mala práctica o por mala escuela del operador.  Los años no pasan por gusto y con ellos llegan los achaques y las limitantes.
No olvidare jamás lo que me pasó con un”ELE U”, que gracias a dios no escuchó la cantidad de oprobios que le dije mientras intentaba “descifrar” su distintivo de llamada. Creo que podrían ser de las peores transmisiones que he escuchado en estos 26 años de radio. Impresionante!!!. Después de como 5 veces de pedir que repitiera su indicativo y adivinando posibles separaciones de sonidos, logré adivinar si indicativo. Por la indignación le respondí  “LUxxxx GM 5nn 5nn 73 tu”.. Eso fue todo!!. No podía seguir castigando mis oídos con semejante “RUIDO”.  Mucha vergüenza sentí cuando vi en QRZ de quien se trataba  y mi molestia término convirtiéndose en un profundo respeto y admiración. Se trataba de un señor que por lo descrito en su QRZ, debiese tener más 86 años (edad a la que hoy día muchos no llegamos). Este señor a su edad, aun hacia morse, como podía, con lo que tenía, pero aun hacia y hace morse.  Una de las tantas cosas que nos toca aprender. Enseñanza de vida!!
(Palabra de San Emeterio (referente a la transmisión): “Entre letra y letra dejar espacio donde quepa una letra “E”, entre palabra y palabra dejar espacio donde quepa una letra “V”.)

Obviamente, los años de experiencia te permitirán no juzgar a  la primera por su transmisión a esos “Asesinos del código morse” pues finalmente hay más mérito en su operación, ganas y empeño que los malos ratos que podría ocasionar su mala y justificada manipulación. 
OJO!!, los asesinos del código morse existen y muchos de ellos no tienen justificación.
Distintas formas de operar MORSE..
 Cuando prendemos el radio y operamos en morse, claramente podemos tener motivaciones diferentes. En mi caso,  hay ocasiones que voy por un concurso, así que solo será 5NN 12, en otras voy por hacer contactos (normalmente intercambio , RST, Nombre, QTH.. si me motiva el QSO, añado, Condiciones climatológicas, Detalles de la estación (potencia, antena y su altura), otras voy por DX y aprovechar las CONDX, por ende, estación que llama, la respuesta es un “Saludo según hora del día + 5NN (A veces injustificado). Otras veces miro con nostalgia mi manipulador alemán (manipulador vertical) , lo conecto , dejo a un lado el teclado del computador y comienzo a llamar cq con él , y para que este mas a tono, registro los QSO con papel y lápiz. A la antigua. 


(Imagen de mi manipulador Morse (Mi compañero en estas andanzas)















Con el tiempo empiezas a coincidir con operadores que optan por tu mismo horario y bandas de trabajo.  Llega a ser tan familiar que al escuchar la transmisión o la forma de manipular ya sabes de quien se trata. Al ser un ya conocido, brother.. No vas a conversar de lo mismo de siempre!. Empiezas hacer amigos, empiezas a conversar de más cosas, empiezas a conocer un poco más al operador. En cuba me pasó con “Pierre” de Grenoble, este francés con el cual tenía QSO casi todos los días, y que además por cada QSO me mandaba una tarjeta QSL.. Incluso ya radicado en chile tuvimos un par de QSO. También algo similar me pasaba siendo CA3KHZ con un neozelandés de origen japonés con el cual tenía QSO casi todos los días bien temprano en 40 Metros.  Reconozco que en ocasiones había buenas aperturas y rezaba porque no apareciera. Los QSO siempre eran de varios minutos! .
Se aplaca,  mas no se apaga……
Han pasado más de 20 años de mis inicios en el hobby y  que conocí el código morse. Durante este periodo de tiempo se han sumado muchas adiciones, los concursos, el Dx, los modos digitales, la experimentación con construcción de antenas, amplificadores, montajes, días de campo, expediciones, algunas otras que aún no logro materializar pero que siguen vivas y pendientes a emprender en ellas (rebote lunar, comunicación satelital, SOTA).  Indistintamente que muchas de ellas, son igual de atractivas, motivantes, algunos métodos de comunicación demandantes de muy poco o nada de esfuerzo para aprenderlos o utilizarlos, sigo llevando la bandera del código morse más alto que las restantes. En ocasiones prolongados periodos de ausencia en morse (3 semanas a veces), más siempre regreso, y cuando regreso lo hago con mucho más fuerza.  La radio afición, el morse, llegaron para irse conmigo. Así lo visualizo hoy. Me gustaría estar toda mi vida disfrutando de ella, como es, incuestionablemente a mi manera. 
Solo espero que un largo tiempo más, si la vida lo permite, conseguir que en el otro extremo donde estén llegando mis señales, exista un operador molesto y malhumorado producto a la manipulación de un "XQ, asesino del código".

San Emeterio, donde estés,
Ojala que aun te sientes en la silla del profesor, manipulador en mano, audífonos puestos, apuntes con la nariz a tus estudiantes buscando confirmación de que están listos para recibir tu transmisión , gesto con mano alzada apuntando a los discípulos y detrás la palabra:
“Fuego!!!!!”…… (Inicio de la transmisión)

Muchas gracias,

Un XQ Llamado “Dercel”

"Así se pensó y así se dijo"







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